Encajar el fracaso tras un falso positivo no es nada sencillo y nos costo a las dos por igual, ya que la exposición pública a tu familia y amigos pesa mucho a pesar de que todos te intenten ayudar con sus palabras de aliento, y es que en ciertas ocasiones esas palabras son desafortunadas aunque vengan con la mejor de las intenciones.
Pensar en iniciar nuevo tratamiento
Nos encaminábamos otra vez a iniciar el proceso con diferentes visiones de la situación. Mi mujer muy positiva creía que en esta obtendríamos el premio deseado, ya que conocíamos a diferentes parejas que por uno u otro motivo habían derivado en este tratamiento de fertilidad y habían conseguido el éxito en esta ocasión. Por el contrario yo, me sentía más asustada y negativa, el peso de los tratamientos iba haciendo mella y costaba seguir subiendo y bajando en la montaña rusa con la misma ilusión que al principio.
Tercera Inseminación artificial
La tercera Inseminación la recuerdo como algo transitorio y solo podría destacar que tras la propia inseminación siempre tuve la idea en mi cabeza de que era negativa y que el cuerpo no respondía de manera especial, no se que pensaba que iba a pasar cuando fuera que si, igual creía que brillaría con una luz especial o dejaría un halo de polvos mágicos como si fuera un hada de cuento…que daño hacen las pelis de Disney…
Visita al IVI
El día antes de ir al IVI para iniciar de nuevo el proceso nos sentamos a hablar, lo necesitábamos mucho, por una parte nos contamos todo eso que se va dejando pasar en el día a día y la vorágine del proceso, porque todo esto hay que lidiarlo mientras eres la mujer más trabajadora del mundo para que nadie sospeche ni por un momento que puedes flaquear porque vas medicada hasta las trancas y pretendes interrumpir tu vida laboral en un futuro cercano durante 16 semana por “el capricho” de ser madre…y por otra parte hablamos de los diferentes caminos que podíamos seguir a partir de ahora, yo era partidaria de la In Vitro y ella de intentar una inseminación más por lo menos, nos habían dicho que los procedimientos podían llegar hasta a seis inseminaciones sin ser algo que marcara un problema de fertilidad.
Fuimos al ginecólogo y tras comentarle nuestras dudas sobre in Vitro u otra inseminación se decanto por otra inseminación, mierda dos contra una, pues otra inseminación…
Cuarta Inseminación artificial
La cuarta paso algo más positiva, era el todo o el cierre de un ciclo. Nos pasamos el tiempo mentalizadas de que si tenía que ser, sería, y que seguro que acertábamos. Yo sentía ese halo a mi alrededor y me convencía de que si, que esta vez debía ser positivo. Además el hecho de contarlo cada vez a menos gente nos ayudaba a no sentir la presión externa de las preguntas y los ánimos constantes.
Esta vez nos hicimos el “palito del demonio” el día de antes del análisis de sangre y fue una nueva decepción más, otro negativo, “joder que asco le tengo ya a mearle al palo ese, nunca más lo vuelvo a hacer”.
Al día siguiente confirmamos el negativo, se acababa un ciclo de nos continuos y entrábamos en una nueva aventura tras casi 9 meses de intentos y con una única posibilidad, ya que económicamente nos quedaba una baza nada más, o esta o a esperar hasta que reuniéramos el dinero para volver a intentarlo, eso si queríamos volver, yo tenía dudas, estaba agotada, pero siempre me han dicho que soy muy constante por lo que por el momento solo me quedaba seguir, pero….. ¿por donde?
[…] la costumbre tras los cuatro procesos anteriores, (primera inseminación, segunda inseminación, tercera y cuarta inseminación) pero si destacaría el rollo del cambio de la medicación al tratarse de dos medicamentos que […]
[…] Decidimos seguir por aquí […]