Después de pasar durante estas navidades muchos días con la familia, tanto por una lado como por el otro, me doy cuenta que nuestra hija a lo largo de este año ha evolucionado y crecido mucho. Ha jugado y hablado con sus primos/as como una mas. Sus primos/as son mayores que ella y ha sido el centro de atención, bailando, cantando villancicos, contando números, colores o diciendo el nombre de cada uno de los miembros de la familia. Una de las cosas que mas nos ha “impactado” es lo claro que tiene quien es mamá y mami.
Supongo que para sus prim@s es mas impactante que nuestra hija sepa diferenciarnos, ya que para ell@s mamá y mami es la misma persona. Incluso para los mayores, tíos/as y abuelos/as a veces es difícil atinar con mamá o mami, y nuestra hija les mira confusa pensando, si esta es mamá porque dices mami, o viceversa.
Y ahí iban las preguntas, Vera donde está mamá? y la niña aquí, y mami? aquí, y como se llama mamá, y la niña iba dando los nombres de cada una de nosotras, y también de los abuelos, los yayos, los tíos, vamos, lo normal para una niña de su edad que en unos días hará 2 años.
Para nuestra hija ha sido muy fácil aprender quien era mamá y mami, pero para un adulto que ya tiene establecidos los prototipos de familia, resulta algo mas complicado saber diferenciar entre estos dos términos, puesto que mami es el diminutivo cariñoso de mamá. Con lo cual en cualquier momento un adulto nos llama mami o mamá a cualquiera de nosotras.
Esto pasa igual en la guardería. Desde que empezó a ir les dijimos quien era quien y nos comentaron que era muy acertado la diferenciación entre ambas, ya que hay otra pareja en el centro, de familia homoparental o madres lesbianas, donde ambas son mamá, por lo que las niñas relacionan a toda persona que las cuida con ese nombre, mamá… a pesar de esto, las propias profesoras de la guardería nos confunden de manera habitual.
Siempre que podemos corregimos y explicamos a todas las personas de nuestro entorno la diferencia para que ayuden a afianzarlo, pero lo cierto es que, para Vera es algo claro y sin ninguna confusión, hasta el punto que cuando sus prim@s tienen dudas y nos preguntan hemos optado por decirles que le pregunten a ella que lo sabe muy bien. Los niños son esponjas y lienzos en blanco sobre los que escribes y las marcas que hagas se ven claras por siempre y eso, en este y otros casos, es lo más importante. No tienen prejuicios, ni ideas preconcebidas, aprenden, disfrutan y transmiten.